Todos tenemos en nuestro haber algún rincón oculto, secretos sin contar y diarios escritos con tinta invisible, pero sobre todo, guardamos en nuestro interior una canción por la que profesamos un amor incondicional, puro y placentero. Una canción con la que aunque se nos ericen los pezones somos incapaces de compartir con nuestros amigos o conocidos por vergüenza o por ser un placer culpable.
Mi placer culpable, o al menos uno de los muchos que tengo, es “Soy un truhan soy un señor” de Julio Iglesias. La primera vez que la escuche era un niño inocente e ingenuo, pero supe que todas esas mujeres que se desgañitaban por ese hombre con dentadura perfecta y laca en el pelo no podrían estar equivocadas, yo también quería ser un truhan y un señor.
También es tu placer culpable…Y LO SABES!!!
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