Muchos de nosotros cuando vemos cantando
a un moreno con una gorra de los Yankees lo primero que se nos viene a la cabeza es que
vamos a perrear con un poco de Reguetón o que estamos detrás de otro 50cent de
la vida.
José James es la excepción que
rompe la regla, es un claro ejemplo de que las apariencias engañan y de que las
cosas a veces no son como pensamos. Su música no es para aquellos que quieren
frotarse bailando la “Gasolina”, ni para escucharla en el Bronx Park con los
colegas, es para disfrutarla con una botella de vino y una buena compañía.
En “Come to my door” hace un excelente
dúo con Emily King, otra artista a la que seguir, y quien da un aire diferente
a esta gran canción.
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