Miusix es como tu bar favorito. Ese que siempre tiene la puerta abierta y el letrero desigualmente iluminado te recuerda que vivió tiempos mejores. Las bisagras hacen ruido cuando se abren y todo el mundo se gira para verte entrar. Los camareros son afables si te los ganas, pero no les vayas a tocar los cojones o saldrás escaldado.
Hay más mesas que personas, y siempre están ocupadas irregularmente por gente muy irregular. Son clientes frecuentes el eslabón perdido del jazz y el blues, el ayatola del folk, el melómano lirista, el teniente coronel del verso, el chovinista apátrida y el forastero que cae bien a todo el mundo...
Suena música en cada rincón, y aunque casi todos van a su rollo, siempre hay alguien escuchando. Si no quieres que te llamen loco, más te vale llevar un par de discos viejos que no conozca nadie y defenderlos como si no hubiera mañana. No digas que no te avisé después.
Yo he traído uno de Hendrik Röver, un cantabro que canta Bluegrass en español. Letras sencillas, sobre problemas sencillos, de gente sencilla llevando una vida sencilla. No me he complicado. Y suena bien, me encanta la música country. Y las hamacas, pero esa es otra historia.
Así que arrima una silla, líate algo, pide un whisky y escucha. O sigue a tu rollo. Pero no dejes de venir a tu bar favorito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario