Tengo un amigo que es un mago de la alegría. No tiene tarjeta de visita, pero si tuviera una pondría "contagiador neto de entusiasmo", "predicador jefe de arrebatos y el buen rollo" o incluso "perturbador de la tranquilidad".
Le hacen gracia palabras como Equinoccio y Peloponeso, y siempre se ríe, mejor dicho, se descojona, cuando las escucha.
Para él siempre es la Hora Turbo, lo que quiera que signifique eso.
Tras años de estudio, horas de sueño, enfados estúpidos, dolores de cabeza y mil historias que dejamos que nos dominen nuestro día a día, he llegado a la conclusión (tiembla Freud por lo que estoy a punto de decir) que nos tomamos la vida demasiado en serio y que deberíamos empezar a dejarnos llevar y a disfrutar las cosas pequeñas. Podríamos empezar por no correr para coger un metro que pasara de nuevo en 2 minutos, negarnos a ver un concierto a través de la cámara de un móvil, querer disfrutar de las quedadas con los amigos en lugar de mirar el whatsapp cada 2 minutos, decir Equinoccio y Peloponeso en lugar de MBA y Fast-track, e incluso podríamos hacer de hoy un día memorable atreviéndonos a bailar en un lugar abarrotado de gente.
Al fin y al cabo, nuestra vida no es eterna y la Hora Turbo se avecina.
bfds
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