miércoles, 12 de marzo de 2014

Arcade Fire - Afterlife

Afterlife... what an awful word.

Así comienza mi canción preferida del nuevo disco de Arcade Fire. Algunos dicen que la producción de James Murphy se ha cargado la esencia de esta banda canadiense, otros, en cambio, que "Reflektor" es su mejor trabajo. La verdad es que sólo he escuchado este disco suyo, así que paso de entrar en el debate.  Sólo puedo decir que me encanta, y que cada canción me sorprende de una forma distinta. El album es un cóctel de invitación, de esos que no quiere preguntar que llevan, pero que saben rico. El regusto que deja es más bien de rock alternativo, con un toque de música de baile, oscuro al final y con algunas trazas tan épicas como esta que os dejo.

Porque sinceramente, si no sientes un escalofrío mientras Win Butler grita que necesita saber dónde queda el amor cuando se va más allá de la vida, mientras ve a su alrededor como el final de la existencia lo destruye todo, si no sientes como el coro angelical que le acompaña te eleva con él a otro mundo, a otra vida, si de verdad no te conmueven las imágenes de la película brasileña Black Orpheus insertadas tan bien dentro de la melodía, o si no te dejas llevar la creciente intensidad de esta pieza y acabas exclamando con júbilo mientras orfeo salva a su chica: "Can we, Can we work it out?" mientras te imaginas bailando bajo la tormenta, preparado para recibir el fin de los tiempo, y ver chocar los planetas, pues... pues... bueno supongo que en ese caso no es tu rollo James Murphy.


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