miércoles, 5 de febrero de 2014

The Velvet Underground & Nico - Heroin

Querido Lewis Allen Reed,

Fue una desgracia que no pudieras seguir tirando del tópico de los viejos rockeros que no pueden morir. Tan enganchado como estabas a seguir haciendo música. La verdad es que te enganchaste a muchas cosas. Ojalá pudiera decirte que "The Velvet Underground & Nico" fue el primer disco que me compré, pero te mentiría. Hubo muchos otros, casi todos peores, antes de llegar al tuyo. Te confesaré además, que la primera vez que lo escuché me pareció muy duro y garajero. No estaba preparado. Supongo que abrir las puertas del punk, en un país inmerso en el movimiento hippie y la psicodelia tuvo que ser difícil. Pero como enganchaba el disco. Enganchaba casi tanto como, como... Bueno, tú ya me entiendes. Lo que no entiendo es que sólo vendieras 30.000 copias. La gente tampoco estaba preparada. Pero como dijo un famoso productor, cada uno de esos 30.000 formó una banda de música años más tarde.

Y por encima de tu música, te tenía un cariño especial Lulú, porque eras un poeta enfundado en cuero, usabas gafas de sol de noche, bailabas como si supieras, cantabas de lo que nadie quería oir y, coño, que si tenías caracter, que hasta despediste a un manager de nombre rimbombante (un tal Andy Warhold) y seguiste con tu rollo. Porque nos gustan los antihéroes, los outsiders, los que cambian las reglas y hacen trampas si les dejan. Y porque siempre ibas por el lado más bestia de la vida. 

Y de todas tus canciones perfectas, yo hoy me quedo con esta (Heroin - 1967), porque sigo colgado de esa letra que hace una oda a la miseria, como una flor en un vertedero, vestida solo con los dos acordes con los que la creaste. Tú decías: un acorde es suficiente, dos para empujarlo, tres ya es jazz. Y yo sigo enganchado a esa hipnótica batería tocada con mazos en vez de baquetas, al estridente sonido de la viola y la guitarra que se mete en tu cabeza como una jeringuilla atravesando la piel y, por supuesto, a ese diabólico crescendo del final en que hasta la batería para de tocar (06:20) porque no escuchaba nada. Sabes que la estás liando grande cuando ni el batería se escucha. 




Descansa en paz Lou Reed. Imagino que me respondes como empezaste aquella canción en Paris 1974

"It's nicer in the dark anyway"

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